Los turistas que visitaron la zona gastaron US$1,150 por estadía en 2017
El sonido del viento, el oleaje del mar, los rayos del sol, una barrera de cocoteros y una lista de actividades ecoturísticas caracterizan la provincia Samaná, conocida y descrita por los turistas como “el rinconcito más hermoso y colorido de República Dominicana”. Es el cuarto polo turístico de República Dominicana, visitado por más de 60,000 extranjeros al año y ubicado en el noreste de la isla.
Cada visitante tiene su propia historia, algunos, como el ministro de Turismo, Francisco Javier García, han elegido a Samaná para celebrar su luna de miel. García asegura que la escogió “por ser un lugar único en naturaleza y que ofrece diversas actividades”.
Al describir los encantos del noreste, el presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Samaná (Ahetsa), Juan Francisco Bancalari, recordó que disfrutó de sus playas y espacios recreativos en su noche nupcial.
En ese tiempo, según cuentan, la calidad y servicio de los hoteles no era buena y a pesar de eso y del largo recorrido la generosidad y atención que encontraron en algunas casas de pensión, les ayudó a llevarse la mejor experiencia.
En la actualidad, según el más reciente informe del Banco Central (BC), la capacidad hotelera ha aumentado. Esta zona cuenta con 71 estructuras de alojamiento, de 77,119 que registró el país para el 2017, que acogen 3,278 habitaciones, de las cuales entre 1,800 y 2,000 están en los grandes hoteles. El resto está en pequeños establecimientos, lo que situó la tasa de ocupación hotelera de la provincia para el año pasado en un 67.6%.
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Para 2018 y 2019 se proyecta un incremento de unas 7,000 habitaciones adicionales a nivel nacional, a partir de inversiones de capital extranjero en su mayoría.
El gasto promedio de los vacacionistas en alojamiento fue de US$409.
El documento indica que para 2017 los ingresos de divisas generados por el turismo fueron de US$7,177.5 millones, lo que representó el 38.0% del total de las exportaciones de bienes y servicios del país y el 25.3% de la generación de divisas. El nivel de ingreso alcanzado fue posible por la llegada de 6,187,542 visitantes y por la entrada de 1,107,966 excursionistas a través de los cruceros que arribaron a los puertos turísticos dominicanos.
El informe señala que 68,847 extranjeros no residentes llegaron por el Aeropuerto Internacional Juan Bosch (El Catey), equivalente al 1.3% y 62,658 por el puerto de esta provincia.
Los turistas gastaron el año pasado, según una encuesta a los excursionistas, alrededor de US$1,150 por estadía. El mayor porcentaje de ese gasto lo realizaron en hospedaje (35.6%), en las comidas y bebidas gastaron (33.2%). Le siguen en orden de importancia el transporte local (11.5%), entretenimiento (10.7%), en compra de regalos o souvenirs (6.4%) y en tours o excursiones (2.6%).
Turismo de Samaná
Desde 1993, Samaná refleja un crecimiento en el sector turístico. De acuerdo con Juan Bancalari, el trayecto, obligatorio para esa fecha, de cuatro horas y media por la vía de San Francisco de Macorís (interesante para los amantes de la naturaleza en la carretera) para llegar a Santa Bárbara, refleja el flujo de turistas locales y extranjeros. Anteriormente, en ese municipio “había cinco o seis carros y el transporte era en una motocicleta que llevaba un carrito detrás donde transportaban a las personas”.
Hotel Puerto Bahía Samaná.
Relata que en ese tiempo el hotel Cayacoa tenía sus estructuras en mal estado y se iniciaban las operaciones del hotel Gran Bahía Príncipe. Recuerda que en Las Terrenas existían algunos hoteles y restaurantes de extranjeros. El Portillo con su pequeño aeropuerto y sus casas hospitalarias, eran los inicios del futuro.
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“Todo esto con una vía de comunicación precaria, la electricidad era irregular y poco confiable y pequeños acueductos insuficientes para cualquier desarrollo importante”, dice.
En la actualidad, gracias a la Autopista del Noreste, es posible llegar a Samaná en dos horas por carretera. Además, cuenta con el Aeropuerto Internacional presidente Juan Bosch, de última generación, que desembarca alrededor de 1.5 millones de pasajeros por año.
Cuenta con dos modernos acueductos, un paseo marítimo, un circuito vial que intercomunica todos los lugares ecoturísticos por agua y tierra. Esta provincia ofrece deportes acuáticos (surf de vela y de tabla) en Las Terrenas; senderismo, observación de aves y espeleología o cuevas en el Parque Nacional Los Haitises; barranquismo o cabalgatas para llegar a la cascada El Limón; y paseos en barco a las magníficas playas de arena blanca, en la base de acantilados de 90 metros, o a la costa de la isla de Cayo Levantado.
Asimismo, posee el atractivo de aproximadamente 1,500 ballenas jorobadas que escogen las cálidas aguas de la Bahía de Samaná cada año para aparearse y dar a luz. El noreste cuenta con hoteles de primera, una variada gastronomía, cultura e historia.
A pesar de ser uno de los destinos con mayor atractivo turístico, no es el más visitado del país. La directora de Aeropuertos Dominicanos Siglo XXI (Aerodom), Mónica Infante, indica que para aumentar las visitas extranjeras es necesario continuar invirtiendo en infraestructuras, fomentar la promoción de este destino y participar en ferias internacionales.
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Sobre el desarrollo de los destinos turísticos, Infante expresó, en una reunión con representantes del sector, que los aeropuertos son una vía eficaz para promover los atractivos turísticos. “Es necesario que el país invierta en promoción para incentivar la llegada de más turistas”, sostuvo.
Generación de empleos
Para la provincia esto se traduce, en materia económica, en la generación de empleos con la creación de 125 empresas destinadas al turismo, servicios de comida y recreación, seguida de 116 compañías inmobiliarias, entre otras medianas y microempresas, que en total suman 468.
Es decir, de 29,766 personas ocupadas en alguna actividad económica, 9,525 están empleadas en el sector del comercio y hotelería, es decir el 32%, y 3,563 pertenecen a labores de construcción.