Carnaval dominicano

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El carnaval dominicano es la celebración de la cultura e identidad dominicana más vibrante. Es una época donde los dominicanos de todas las edades y regiones del país se lanzan a las calles, en sus pueblos o en carnavales de pueblos cercanos, para disfrutar de desfiles con sus familiares y seres queridos.

Cada domingo del mes de febrero encontrarás coloridos desfiles en las principales ciudades y regiones de República Dominicana, algunos extendiéndose hasta la primera semana de marzo. El carnaval de La Vega es el más antiguo, grande y popular de todos, seguido por el de Santiago. Otras ciudades que organizan desfiles singulares son Santo Domingo, Montecristi, Bonao, Puerto Plata, Río San Juan y Barahona. Los trajes, las máscaras y los personajes místicos son distintos para cada área y revelan las tradiciones y creencias folclóricas dominicanas, tan diversas como la población del país.

La temporada normalmente inicia con una gala de carnaval vibrante bajo techo en Santiago y culmina con celebraciones el Día de la Independencia el 27 de febrero. El evento más colorido de  todos es el último Desfile de Carnaval Nacional, que se lleva a cabo el primer domingo de marzo, en la ciudad capital de Santo Domingo, el cual une a los grupos y personajes de toda República Dominicana para un último y gran desfile de carnaval a lo largo del malecón de la ciudad.

Mientras que puedes ir al carnaval de cualquier pueblo o ciudad  por tu cuenta, varias agencias de viajes también organizan viajes de un día durante el mes de febrero, particularmente al Carnaval de La Vega.

ORIGEN + HISTORIA

El carnaval en República Dominicana se remonta a 1520, durante la época colonial española. Algunos investigadores afirman que los primeros actos de carnaval tuvieron lugar con motivo de la visita de Fray Bartolomé de las Casas, cuando sus habitantes se disfrazaban de moros y cristianos.

Entre 1822 y 1844 la tradición de llevar disfraces durante las festividades religiosas desapareció debido a la ocupación Haitiana. Pero regresó de inmediato cuando el país logró su independencia el 27 de febrero de 1844. Los disfraces dejaron de ser asociados con las celebraciones religiosas y evolucionaron en carnavales, celebrados los tres días antes del Miércoles de Ceniza. Febrero fue establecido como el mes del carnaval dominicano.

PERSONAJES

Para entender y disfrutar el carnaval dominicano en su totalidad, debes familiarizarte con los personajes principales y sus significados en el folclore dominicano.

El Diablo Cojuelo es el personaje principal. Este personaje lleva un traje de colores con pequeños espejos, sonajeros, cintas y cencerros, como una parodia de los caballeros medievales españoles. Una máscara con largos cuernos cubre la cara del diablo, mientras lleva una vejiga hecha de la vejiga inflamada seca y curada de una vaca, y va a lo largo del desfile repartiendo un golpe en el trasero a los espectadores distraídos.

Roba La Gallina, es un hombre disfrazado con un extravagante vestido, con senos y traseros exagerados que lleva también una gran cartera. En los desfiles va con una sombrilla, parándose en los “colmados” reclamando a sus pollitos, los jóvenes del pueblo, que le siguen por el desfile.

Los Lechones son el personaje principal del carnaval de Santiago, y se tratan de una especie de diablo cojuelo. Se distinguen por su máscara, la cual representa la cara de un cerdo, con un largo hocico y grandes cuernos, y sus elaborados disfraces, con incrustaciones de campanas y cuencos. Su papel es mantener el orden en las calles durante las festividades, lo que intentan hacer girando su látigo en el aire.

Los Taimáscaros son el personaje principal de Puerto Plata. Son una versión del diablo cojuelo, que mezclan tres influencias culturales en sus disfraces: una máscara que representa a los dioses taínos, blusas y abrigos que representan la herencia española y pañuelos que simbolizan las deidades africanas.

Guloyas son de San Pedro de Macorís y sus llamativos disfraces de cuentas, y sombreros altos y plumosos son imposibles de no ver. Representan a los afro-descendientes de las vecinas islas de habla inglesa del Caribe que migraron a República Dominicana durante el siglo XX para trabajar en la industria azucarera. Su singular música y danza de influencia africana fue proclamada en 2005 Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad por la UNESCO.

Los Pintaos de Barahona desfilan con sus cuerpos intrincadamente pintados de varios colores, de la cabeza a los pies, con sólo un trozo de tela que cubre su desnudez. Representan a los esclavos cimarrones que se refugiaron en las montañas del suroeste de Bahoruco en el siglo XVI.

Los Tiznaos, también conocidos como Los Africanos son personajes cuyas caras y cuerpos están pintados con carbón o aceite de autos quemado. Representan a los esclavos africanos y bailan en las calles.

Los Alí Babá son un grupo con temática oriental, conocidos por sus bailes coreografiados y tambores.

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