Editorial del periódico The Cleaner
Aquellos que sienten que la hierba de sargazo es la maldición de la naturaleza que se arroja en las playas del Caribe, pueden sentirse reconfortados por una nueva investigación que promociona esta hierba como una fuente de energía potencial.
Lo que solían ser pequeños depósitos de algas pardas que aparecían dos o tres semanas al año, se convirtieron en una floración masiva de algas en 2011, produciendo montones de malas hierbas turbias y antiestéticas, que perduraron durante meses. Los efectos nocivos se sienten en toda la región: desde República Dominicana en el norte, Barbados en el este y México en el oeste, siendo 2015 y 2018 el mayor desafío.
Desde el mal olor causado por los gases tóxicos que emanan de las algas en descomposición hasta la erosión de las playas, el impacto en el turismo, la pesca, varias actividades costeras y la biodiversidad se ha sentido ampliamente. Por ejemplo, se informó que en 2018, el turismo caribeño sufrió una disminución del 35% en las reservas debido al problema del sargazo. Barbados declaró una emergencia nacional ese año.
La reciente y misteriosa matanza de peces en Hellshire, St. Catherine, ha sido atribuida a la maleza del sargazo. La Agencia Nacional de Medio Ambiente y Planificación (NEPA) confirmó lo que era bien conocido. Cuando el sargazo se descompone, produce sulfuro de hidrógeno, que explica el olor desagradable; también expulsa grandes cantidades de dióxido de carbono y metano, que pueden resultar mortales para los peces jóvenes y los cangrejos que buscan refugio de los depredadores en estas malezas.
EVENTO ANUAL
Los científicos predicen que el fenómeno del sargazo podría convertirse en un evento anual a medida que los océanos más cálidos luchan por hacer frente a múltiples amenazas. Esa no es una buena noticia para Jamaica y la región, porque todavía están en busca de medidas de control satisfactorias. Hasta ahora, nadie ha encontrado una solución. Todos los esfuerzos han sido muy costosos, ya que las actividades de limpieza deben realizarse con el debido cuidado para no correr el riesgo de dañar las playas.
En esta nueva investigación, que se realizó en Barbados con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo, el equipo evaluó la viabilidad de usar hierba de sargazo junto con aguas residuales de destilerías de ron para producir combustible de transporte alternativo para reemplazar la gasolina y el diesel.
Los investigadores dicen que sus hallazgos tienen implicaciones importantes para los responsables de la formulación de políticas, ya que contribuirían directamente al objetivo de convertirse en una nación libre de combustibles fósiles para 2030. Este es el tipo de hallazgo que capturará la imaginación de los habitantes de la costa, los intereses del turismo y también como el hombre de la calle. Esperamos que Barbados lleve adelante esta iniciativa con vigor.
En 2018, se formó un Grupo de Investigación de Sargazos con la profesora Mona Webber de la Universidad de las Indias Occidentales, una destacada bióloga marina, como directora. El grupo ha estado explorando el potencial del sargazo como aditivo alimentario, para su uso en el tratamiento del cáncer de mama y como biocombustible para alimentar propiedades costeras. Esperamos sus hallazgos. Otros organismos regionales e internacionales también han estado estudiando formas de explotar el sargazo con fines industriales y nutricionales.
VARIEDAD DE USOS
En la región, países como Barbados, Santa Lucía, República Dominicana y México han encontrado una variedad de usos para el sargazo, que van desde fertilizantes y alimento para ganado hasta material de construcción.
Se espera que la hierba de sargazo exista durante mucho tiempo. El turismo, fuertemente golpeado por la pandemia de coronavirus, podría verse más devastado si no se encuentran soluciones para mantener esta amenaza alejada de nuestras costas. Creemos que es imperativo que la región formule un plan para abordar la afluencia mediante la identificación urgente de fondos para un sistema de alerta temprana y también para apoyar los esfuerzos de limpieza.
De hecho, prevemos un enfoque regional que hará uso de las tecnologías emergentes y los resultados prometedores de la investigación para orientar los esfuerzos para convertir el problema del sargazo en una oportunidad económica, ya sea en la agroindustria, la ganadería, los productos farmacéuticos o la construcción.
La gente de la región tiene grandes expectativas de que nuestros científicos colaboren y encuentren soluciones tecnológicas y, si no, al menos sugieran formas de utilizar las algas para mejorar los medios de vida de los pescadores y otras personas afectadas.
Los resultados de la investigación son prometedores y, aunque los investigadores reconocieron que la comercialización será un desafío, esta señal esperanzadora puede mitigar las preocupaciones a largo plazo sobre el impacto negativo de la maleza, particularmente en los medios de vida de las personas.