En la República Dominicana, el tema de las exoneraciones fiscales y los subsidios se ha convertido en una cuestión polémica que pone de manifiesto las profundas desigualdades económicas y sociales del país. Estas facilidades, en su mayoría para los más ricos, ascienden a RD$340,890.9 millones, lo que equivale al 4.60 % del PIB, o sea 1.5 más que el deficit fiscal del país, según al Digepres (razón de la posible reforma).
Mientras grandes conglomerados empresariales se benefician de generosos incentivos fiscales y subsidios, la carga tributaria recae desproporcionadamente sobre los hombros de la población más vulnerable y una clase media que no puede más. Las injusticias inherentes al sistema fiscal dominicano, donde las disparidades entre los sectores privilegiados y el resto de la población son cada vez más notables y el despilfarro estatal ha sido gigante desde el día de la fundación. ¿Debió ser fundada la República está? (Encuestita interna)
Hablando del próspero y amado sector del turismo, este año se lleva entre las uñas RD$12,570.4 millones, siendo el sexto más exonerado (con todo y los 10 millones de visitantes, con todo y sus capitales en Panamá y otros paraísos fiscales). Hace un tiempito ya, y desde que se habla de reforma fiscal y quitar exoneraciones, el laureado, pero no menos “grimoso” Frank Rainieri, comenzó a patalear. Hace un año, más o menos, dijo al periódico El Dinero que él prefería las leyes de competitividad por encima de los incentivos, vea usted:
“Yo no creo en las leyes de incentivos, yo creo más en las leyes de competitividad. Lo que nos permita competir. Si nuestra competencia tiene un ITBIS del 8% nosotros no podemos tener el 18%. Si nuestra competencia tiene unos fondos de promoción, la nuestra tiene que ser, en términos relativos, los mismos fondos o más. Si la competencia tiene una ley de fomento a 15 años, la nuestra también debe dar 15 años”.
Esas palabras suenan hasta poéticas maestro Frank, pero en muchos casos el ITBIS de sector turismo no es 18 % es cero para ciertas concesiones, se les da facilidades en el precio de la energía eléctrica, incentivos por zona franca especial en su chopo aeropuerto y todo eso duplica el subsidio que se le da al resto del país. Asimismo, es tremendo billetazo que se gasta RD en pago de promoción internacional y asistencia a eventos que favorecen más que nada a los hoteleros, los millones de galones de combustible subsidiado que se llevan los hoteleros y otras empresas (Corporación Punta Cana 445,000 galones de Fuel Oíl, según denunció Antonio Marte).
De paso, nunca hemos visto al santo Rainieri aclarar la demanda que hizo el Colegio de Abogados contra la Corporación Aeroportuaria del Este (Aeropuerto de Punta Cana) y sus principales ejecutivos, por un fraude de evasión fiscal ascendente a 500 millones de dólares en perjuicio del Estado, perpetrado a través de las sociedades Offshore Airports Management Services S.A. y Aviam LTD, según e documento.
En sentido estricto, aquí se pregona mucho de los ingresos por turismo, pero muchas cadenas hoteleras, incluyendo Grupo Punta Cana tienen empresas off shore en Panamá y en otros paraísos fiscales, o sea, no es ilegal, pero RD no se queda con la mayoría de esos cuartos que genera la industria.
Tan lejos como ayer martes, vimos los gritos del presidente de Asonahores, el simpático y gentil David Llibre: “En República Dominicana el Turismo es responsable de impactar diferentes sectores de la economía hasta en un 40% de su producción y es el responsable del 10% de los ingresos fiscales con una recaudación de 155 mil millones de pesos de impuestos pagados de manera directa e indirecta”.
Poco más o poco menos Llibre tiene razón en los números, pero aquí nadie ha visto una empresa turística presentar el cese de los beneficios fiscales a 10 o 15 años de su instalación. Tampoco ningún gobierno los presenta y por el contrario se les exonera energía, se les aprueban fundaciones que nadie sabe que dan a cambio para recibir exenciones de NTBIS o ISR. Se les dan facilidades, vía CONFOTUR y luego ni se construyen las instalaciones, etc. ¿Quién supervisa si las facilidades se toman para la hotelería o si se cogen para administrar un aeropuerto que evade impuestos de forma grosera.
Creemos que las facilidades para las empresas que se quieren instalar están muy bien, pero hay que bajar los años de incentivo y quitar privilegios a cadenas que llevan hasta 30 años chupando. Demos facilidades a Pedernales, Miches, Bergantín, etc. Pero toca revisar de cabeza a pies y transparentar los informes de exoneraciones y exenciones en favor del sector privado y demostrar el beneficio medible. Asimismo, quitar las ventajas a quienes ya tienen la solidez que inicialmente otorgan esos privilegios.
Asonahores no quiere que le toquen sus chulerías de ventajas por ley, pero al residente en la 42 y Ciudad Nueva, que no pisen un resort nunca en la vida.
Las Exoneraciones Fiscales y sus Beneficiarios
Empresas como Grupo Punta Cana y otras grandes corporaciones hoteleras como las pertenecientes 10 grandes familias españolas reciben exoneraciones fiscales significativas bajo leyes como la Ley 158-01 de Fomento al Desarrollo Turístico, que les exime de pagar impuestos sobre la renta y otros gravámenes por períodos prolongados.
Empresas del Sector Turístico
Según el Art. 3 de la Ley No. 158-01, sobre el Fomento del Desarrollo Turístico, el Estado Dominicano considera de especial interés el establecimiento de las siguientes empresas en el territorio nacional:
- Instalaciones hoteleras, resorts y complejos hoteleros.
- Construcción de instalaciones para convenciones, ferias, congresos internacionales, festivales, espectáculos y conciertos.
- Empresas dedicadas a la promoción de actividades de cruceros con puerto madre en territorio nacional.
- Construcción y operación de parques de diversión, ecológicos y temáticos.
- Construcción y operación de infraestructuras portuarias y marítimas al servicio del turismo.
- Construcción y operación de infraestructuras turísticas como acuarios, restaurantes, campos de golf e instalaciones deportivas.
- Pequeñas y medianas empresas dependientes del turismo (artesanía, plantas ornamentales, etc.).
- Empresas de infraestructura de servicios básicos para la industria turística (acueductos, plantas de tratamiento, saneamiento ambiental).
Exenciones al Sector Turístico
La Ley No. 158-01, en su artículo 4, establece exoneraciones fiscales para las empresas del sector turístico que se acojan a sus incentivos:
- Impuesto Sobre la Renta (ISR): Exoneración del 100% según el artículo 2 de la ley.
- Impuestos sobre el Capital de Sociedades: Exoneración de impuestos nacionales y municipales por constitución y aumento de capital de sociedades.
- Impuesto al Patrimonio Inmobiliario (IPI): Exclusión de la base imponible por el período de exención del proyecto.
- Impuesto sobre Transferencia Inmobiliaria: Exoneración de impuestos nacionales y municipales por transferencia de derechos inmobiliarios.
- Impuesto sobre Transferencias de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS): Exoneración de impuestos de importación y otras contribuciones para la construcción y equipamiento inicial de las instalaciones turísticas.
Requisitos para Acogerse a la Ley No. 158-01
- Según el artículo 14 de la ley, los nuevos proyectos deben presentar:
- Estudio de Impacto Ambiental: Considerando el tipo de proyecto, infraestructura requerida, zona de impacto y sensibilidad del área, aprobado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
- Anteproyecto Arquitectónico y Detalles de Ingeniería: Preparados por profesionales dominicanos, con posibles asesorías extranjeras bajo supervisión local.
- Plan de Contingencia: Para proyectos con manejo de combustibles y tráfico intenso de embarcaciones, para prevenir y controlar derrames de combustibles.
- Los proyectos deben contar con la aprobación preliminar de los organismos de planeamiento urbano y municipal.
Período de Exención
El período de exención fiscal es de 15 años, comenzando desde la terminación de los trabajos de construcción y equipamiento del proyecto. Se concede un plazo de hasta 3 años para iniciar la operación del proyecto, cuyo incumplimiento resultará en la pérdida del derecho a la exención.
Por otro lado, los pequeños comerciantes del Mercado Nuevo y los residentes de barrios como populares y de clase media, no gozan de tales privilegios. Ellos enfrentan una carga fiscal considerable en comparación con sus ingresos, sin recibir las mismas oportunidades de crecimiento y desarrollo. Este contraste destaca una preocupante inequidad en la aplicación de las políticas fiscales.
Subsidios de Combustibles: ¿Quiénes Realmente se Benefician?
Los subsidios de combustibles en la República Dominicana están diseñados para aliviar la carga financiera sobre ciertos sectores. Sin embargo, una vez más, la distribución de estos beneficios tiende a favorecer a las grandes empresas y a sectores específicos, mientras que los ciudadanos comunes y corrientes deben lidiar con los altos costos del transporte y la energía.
Dentro de las empresas que alegadamente reciben subsidios de millones de galones de combustibles están: Itabo con 58,000 galones de fuel oil y 20,780 de gasoil; Ege interconectada con 1,812,840 galones; Generadora Palamar, 6,000,000; Cap Cana Caribe, 261,000 galones y la Corporación Punta Cana 445,000 galones de fuel oil.
También Monte Río Power 700,000 galones de fuel oil; la generadora de Samaná con 60,000 galones; la empresa Lear Investmen con 2,700,000; CEPM con 34,100 galones y la Barrick Gold con 10,499,000 galones.
El Impacto en la Economía Popular
Las exoneraciones y subsidios no solo representan una pérdida de ingresos fiscales que podría utilizarse para mejorar servicios públicos esenciales, sino que también perpetúan un sistema de injusticia económica. El dinero que el gobierno deja de recaudar debido a estas exoneraciones debe ser compensado de alguna manera, generalmente a través de impuestos regresivos que afectan desproporcionadamente a los más pobres.
Por ejemplo, el ITBIS (Impuesto sobre Transferencias de Bienes Industrializados y Servicios) es un impuesto al consumo que todos deben pagar, independientemente de su nivel de ingresos. Este tipo de impuestos tienden a ser más onerosos para las personas de bajos ingresos, que gastan una mayor proporción de su dinero en bienes y servicios básicos.
La Necesidad de una Reforma Fiscal
· Para abordar estas desigualdades, es imperativo que la República Dominicana considere una reforma fiscal que no solo atraiga inversiones, sino que también garantice una distribución más equitativa de los beneficios económicos. Algunas medidas que podrían considerarse incluyen:
- Revisión de las exoneraciones fiscales: Evaluar y ajustar las exoneraciones fiscales para asegurar que realmente promuevan el desarrollo económico y social, y no solo beneficien a las grandes corporaciones.
- Subsidios más focalizados: Implementar subsidios de combustibles y otros beneficios de manera más focalizada para asegurar que lleguen a quienes realmente los necesitan.
- Aumento de la Progresividad Fiscal: Establecer un sistema tributario más progresivo, donde aquellos con mayor capacidad de pago contribuyan en mayor medida al financiamiento del estado.
- Transparencia y Rendición de Cuentas: Mejorar la transparencia en la administración de los beneficios fiscales y garantizar que se utilicen de manera eficiente y justa.
Las exoneraciones fiscales y los subsidios en la República Dominicana reflejan un sistema desequilibrado que favorece a los poderosos a expensas de los más vulnerables. Es esencial que el gobierno tome medidas para corregir estas injusticias, asegurando que los recursos públicos se utilicen de manera equitativa y eficiente, promoviendo un desarrollo inclusivo y sostenible que beneficie a todos los dominicanos, desde Capotillo hasta Grupo Punta Cana.
Es el país que debe pedir una reforma o pacto fiscal, pero con reglas claras, un profundo reordenamiento de las cargas impositivas, queremos reforma, pero que sea un verdadero remeneón fiscal del Mercado Nuevo hasta los Hoteleros.
Sobre Melvinson Almánzar
Melvinson Almánzar, es periodista egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Con maestría en Relaciones Públicas y Comunicación estratégica en la misma universidad. Nuevo apasionado del turismo y de medio uso en el área de las relaciones públicas. Exdirector de Comunicaciones de la Oficina Técnica de Transporte (OTTT), Exdirector de Prensa del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT), Exdirector de Comunicaciones de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA). Algunos fuegos apagados en materia de comunicación institucional y enganchado a defensor del turismo en días duros del Covid-19, director del portal turístico www.visitantes.do/.